Hace pocos días se fueron Lunali y Felipa,
las primeras potras que llegaron a nuestro retiro de caballos en verano de 2014, cuando apenas contábamos con una decena de caballos. Han crecido con nosotros y nosotros hemos crecido con ellas.
El estado en que llegaron Lunali y Felipa a nuestro retiro de caballos
Cuando llegaron a
La Corona Residencia Equina, rescatadas por Karen Sailer, estaban en
un estado físico lamentable, desnutridas y sin apenas musculatura. Felipa no dejaba que te acercaras a ella por el terror que le generábamos los humanos... Por todo ello,
el manejo básico fue realmente complicado con las dos potras, hasta el punto que tuvimos que recurrir a
Sergio Vidal Jódar para que nos ayudase en la doma inicial de ambas.
Ahora nos orgullece verlas. Tras algo más de 3 años desde su llegada a nuestro retiro de caballos, Lunali y Felipa
se han convertido en dos yeguas menorquinas preciosas y enormes, su musculatura se ha desarrollado fabulosamente y su actitud frente a los humanos es increíblemente cariñosa y abierta.
¿Qué representa para nosotros la recuperación física y psíquica de las potras?
Lunali y Felipa, junto a otros
potros que se alojan en La Corona Residencia Equina, representan ese resultado exitoso que queremos alcanzar. Es decir, constatar que los potros
gozan de un crecimiento feliz y completo en nuestro retiro de caballos, tanto en el sentido físico como en el psíquico.
La
libertad de movimiento y la correcta alimentación son factores claves del éxito, pero también lo son las
manadas de caballos adultos en las que crecen, pues les aportan la educación equina necesaria para el resto de su vida. Y nosotros, los humanos de La Corona Residencia Equina, que
procuramos aportarles cariño y generarles confianza, además de tratar que asimilen la importancia del
respeto mutuo en la relación caballo-humano.
Un nuevo hogar en Alemania para nuestras inolvidables potras
Sabiendo que ya llegaba el momento de buscar un buen lugar para Lunali y Felipa, pues ya habían alcanzado los 3 años y medio de edad,
Jasmin Ommer, también clienta y amiga de La Corona Residencia Equina, les ha encontrado el hogar perfecto para las dos, en una
bonita finca en Alemania, propiedad de expertos en caballos y de
amantes de caballos. Hace apenas un par de semanas que ya están allá y tanto Jasmin como Karen nos mantienen al día de su adaptación, que está siendo rapidísima.
Para La Corona Residencia Equina,
el transcurso de Felipa y Lunali en nuestro retiro de caballos ha sido todo un éxito, aunque se nos encoge el corazón cada día, al revisar los caballos, pues ellas eran las primeras en venir a saludarnos y nos seguían por toda la parcela. Nos robaban
más de un abrazo al día, unos cuantos besos y docenas de caricias. Han sido nuestras primeras pequeñas,
Felipa y Lunali son, y serán siempre, pilares de La Corona Residencia Equina.